su historia en una novela argentina


Graciela Ramos, autora cordobesa, apuesta fuerte y se mete en su octava novela con las raíces del feminismo en Las tejedoras de ilusiones, de reciente publicación.

Se trata de las mujeres de la fábrica textil del Nueva York de 1900 que acaban siendo quemadas dentro y que en honor de ellas se celebra en todo el mundo el Día de la Mujer el 8 de marzo. La autora habló con Clarín Cultura.

–Hay una exactitud geográfica en la descripción de Nueva York que hace que podamos cerrar los ojos e imaginarnos caminando por la calle Mulberry tocando telas y probando comidas. ¿Escribió en pandemia o viajó?

–Los libros para mí fueron el pasaporte más importante que tuve en mi vida, con los libros he podido viajar a lugares impensados. En Las tejedoras de ilusiones no viajé, porque al libro lo escribí en la pandemia. Pero no puedo decir que no viajé, porque realmente hoy con las herramientas que tenemos podemos estar en cada lugar, podemos caminarlo.

Lo que sí hice fue un viaje en la historia, porque esto ocurre en 1900, 1910, 1912. Siempre lo digo: lo que más me gustó fue investigar en cada ocasión, en las ocho novelas que escribí y en las cuales transito toda la historia Argentina en distintas épocas. Es lo que más disfruto de todo este oficio de escritura: la investigación. Ni siquiera me doy cuenta cuando estoy investigando porque lo hago con mucho cariño.

La escritora cordobesa Graciela Ramos. IG @gra_escritora

La escritora cordobesa Graciela Ramos. IG @gra_escritora

–Una parte de la novela sucede en la Isla Ellis, llamada “La isla de las lágrimas” porque allí se decide quién entrará a Estados Unidos. ¿Debió investigar sobre los inmigrantes que llegaban a hacerse “La América”? ¿Hay algo de su propia historia familiar?

–Hay mucho de Giuseppina y Rafaella que está tomado de las mujeres de mi familia, aunque mi familia no pasó por la isla de inmigrantes norteamericana, sino que vinieron a la Argentina. Cuando empiezo desandar este ovillo de la escritura de Las tejedoras, fue con lo primero que me encontré, mi historia familiar, y me dije: “Esto también tengo que contarlo.”

La Isla Ellis, desde 1892 a 1954, albergó a más de 12 millones de inmigrantes. Las chicas de mi historia pasan en 1910. Por supuesto, también estaba la gente que disponía de dinero para viajar en primera clase y ellos pasaban rápidamente la inspección, sin conflictos. En cambio, el proceso de inspección al que se enfrentaban quienes viajaban en tercera clase, como mis personajes, era más exhaustivo.

Se hacían casi treinta preguntas a cada inmigrante humilde, les preguntaban si eran anarquistas o habían sufrido epilepsia, si eran mujeres u hombres de mala reputación, si eran ex convictos. Luego pasaban por una revisación médica minuciosa.

Hay un libro del escritor y poeta francés Georges Perec: Isla Ellis donde habla de estos procesos. Es un libro muy interesante con respecto a todo lo que pasaba en la isla Ellis; cómo los inmigrantes eran sometidos a interrogatorios eternos, a la revisación médica, a la psicológica… Me gustó detallarlo en la novela porque no se conoce mucho sobre todo este tema de cómo era el ingreso a Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX.

Ellis Island, Nueva York, alrededor de 1900 (al fondo, la Estatua de la Libertad). / Roger-Viollet a través de AFP

Ellis Island, Nueva York, alrededor de 1900 (al fondo, la Estatua de la Libertad). / Roger-Viollet a través de AFP

–A partir de la cuarta parte, empieza a sonar en la cabeza del lector el soundtrack de El Padrino mientras acompañamos a las protagonistas a descubrir a “La Mano Negra”, una de las organizaciones criminales más importantes de la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos. ¿Cómo fue la investigación? 

–Tuve que investigar sobre la Mano Negra o Nera en italiano o Black hand en inglés y meterme dentro. Hay una historia un poquito anterior a la mafia de El Padrino. Esto que voy a contar no está la novela, porque cuando una investiga se encuentra con muchas cosas maravillosas ¡pero después no hay espacio para poner todo todo!

La Mano Negra es el terrorismo italiano. Es una cosa un poco rara, porque es terrorismo italiano contra los italianos. El año 1904 fue bautizado por la prensa como la fiebre de La Mano Negra: ellos eran especialistas en extorsión.

Como la policía ya no sabía cómo pararlos, deciden nombrar a un italiano, a Petrosino, que recibe la aprobación del Estado para crear una brigada italiana con el fin de detener a la Mano Negra en Manhattan. La Mano Negra es la antecesora de la mafia siciliana.

"Las tejedoras de ilusiones", de Graciela Ramos (Suma, $2.999 papel; $1.239 ebook).

«Las tejedoras de ilusiones», de Graciela Ramos (Suma, $2.999 papel; $1.239 ebook).

–¿Por qué este libro?

–Este libro nació después que terminé de escribir Hijos de las sombra, que fue un caso real, durísimo, y me dije: “Voy a escribir otro tipo de novela”. Pero no pude conmigo misma: mi impronta está muy clara. Me topé con una noticia sobre el incendio de la fábrica de camisas, la Triangle Shirtwaist Factory, y me digo: “Lo tengo que contar” y así nació el libro.

Empecé a tirar de un hilo de un ovillo grande, un ovillo del que fueron desprendiéndose millones de cosas. Cuando fui metiéndome en el tema, vi una imagen que no me la puedo sacar de mi cabeza: son las chicas volando por el aire con esos vestidos anchos, cuando se tiraban al vacío, porque ya no les quedaba otra…

Se tiraron por la ventana para no morir quemadas, esa imagen es algo tremendo, terrible. Me gustó traer a la novela a Clara Lemlich, una activista real por los derechos de la mujer, porque la novela ocurre en Manhattan, Nueva York, y ella fue una trabajadora inmigrante de la confección que militaba allí.

Lemlich fue quien organizó a las mujeres en el Sindicato Internacional de Trabajadoras de la Confección, allá por 1905 (en esa época los sindicatos eran todos masculinos y ella comenzó a incluir a la mujer en todas estas cosas). Clara Lemlich fue una jovencita incansable y tuvo gran injerencia en la huelga real, la huelga de las camiseras de 1909.

Más adelante (esto no está en la novela), ella también se fue se incorporando a la lucha y trabajó mucho en todo lo que fueron los movimientos sufragistas. Mi novela comienza con estas ideas.

Inmigrantes en Ellis Island. (Library of Congress)

Inmigrantes en Ellis Island. (Library of Congress)

–¿Como fue la elección de modismos, esta manera singular de contar en cocoliche?

–Mi familia viene de Piemonte, de Murisengo, y el recorrido que las chicas hacen en la novela es similar al de mi familia italiana. Entonces, todo el cocoliche con que dialogué, todos los modismos, pertenecen a la clase de inmigrantes que provienen de un país, y que al irse mezclando con la gente del lugar, en su afán de aprender el idioma, crean un habla nueva.

En este caso, Giuseppina y Raffaella, mis personajes, se van a vivir al barrio de Little Italy, en Manhattan, donde hay comunidad italiana. Allí, los neoyorquinos descendientes de italianos aun hablan el idioma italiano, y en este caso, en Manhattan, el italiano se va mezclando con el inglés. En Buenos Aires, en Argentina, el italiano se va mezclando con el español y dio por resultado al cocoliche que leemos en los sainetes, por ejemplo.

Ramos Básico

  • Es cordobesa. Vive actualmente en Villa Allende, con su familia.
  • Egresada de la Universidad Católica de Córdoba, ocupó diferentes cargos en el área de Marketing y Ventas durante muchos años hasta que decidió que era hora de darle lugar a su siempre postergado deseo de escribir.
  • Es autora de Malón de amor y muerte (2010), Lágrimas de la Revolución (2013), La capitana (2015), Los amantes de San Telmo (2016), La boca roja del Riachuelo (2017) y La patria de Enriqueta (2019).
  • Con estas novelas e renovó el género romántico a través de historias de los siglos XIX y principios del XX, en las que las mujeres protagonistas saben adueñarse de su destino y plantarles cara a las adversidades de la vida.
  • Con Hijos de la sombra (2021), toma distancia del género romántico y explora la temática del abuso sexual, en una historia situada en una de las épocas más oscuras de nuestro país. Todas sus novelas han sido declaradas de interés cultural. Graciela Ramos 

PC



Source link

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.